Daños causados por accidente, arañazos, vandalismo, golpes de piedras, óxido y moho, precipitación química y contaminantes químicos excepcionales (por ejemplo, pintura, disolvente, cemento, protector solar, etc.), reparaciones de pintura por parte de terceros y cuando el vehículo haya sido pulido por el cliente. La garantía no se concede cuando se demuestre que el propietario ha actuado de manera descuidada o negligente, sobre todo en el caso de daños causados por técnicas de lavado incorrectas y por el uso de lavados de coches.